Saturday, November 19, 2011

Claro, cómo nos vamos a entender los oficinistas con los comerciantes, si nosotros nos levantamos corriendo para salir más o menos a horario, salimos corriendo para no llegar demasiado tarde al trabajo, corrimos en el trabajo con las cosas que son todas para ayer, corrimos para salir a almorzar antes de que se llenen los restaurantes, corrimos al salir del trabajo para llegar a su negocio antes de que cierren y vamos a seguir corriendo al salir para llegar a hacer la cena, comer, terminar con las obligaciones del día y poder dejar de correr un poco después de cenar cuando ya el día está hecho.

Llegamos al negocio con toda esa inercia y nos recibe alguien que se pasó todo el día en el mismo lugar, y muchas de esas horas esperando que pasara algo. Claramente no nos vamos a entender. Cómo va a entender uno por qué el otro está tan acelerado, y cómo va a entender el otro tanta parsimonia.

10 comments:

Cachito said...

Los comerciantes son unos giles. Los oficinistas unos alienados. No sé qué decirte, Carolain...te espero con dos caballos abajo de la ventana del fondo de tu oficina. Saltá y rajamos a todo galope hacia Arizona o Missouri, compramos un rancho de mil o dos mil acres, criamos ganado, luchamos contra nuestros vecinos que quieren desviar el curso del río, tenemos hijos como los chabones de Bonanza y vemos de ser libres y felices.
Otra cosa no se me ocurre...

jtnrryvu:
jóvenes terratenientes nunca roban reses y van ufanos.

Carolain said...

Vas a tener que inventar otro plan, porque estoy un un 9no piso. Si salto hacia un caballo, tenemos mortadela.

Cachito said...

Listo: Spiderman.

eifzq:
estamos inventando fainá, zoquete.

ro said...

Los comerciantes son materialistas, mentirosos, embusteros (creativos ponele), histriónicos y los oficinistas son estructurados, pánfilos, parcos, acríticos, obedientes. Lo único que tienen en común es que son esclavos de sus actividades y en general están muy insatisfechos por la carencia de sentido que implican sus trabajos. Después de pasar meses con unos y con otros, me metí a estudiar de cabeza para asegurarme no tener que volver nunca más a gastar mi tiempo entre ellos.

Carolain said...

¿A estudiar qué? Muero de curiosidad.

ro said...

a estudiar lo que me gustaba pero ya me recibí y estoy trabajando.
Detrás de un mostrador o dentro de una oficina me sentía un león enjaulado, para mí era la muerte, por suerte le hice caso a mí intuición, deseo, antojo, instinto de supervivencia o como sea que se llame y me puse hacer lo que quería.

Cachito said...

Caramba, ro, veo que no has entendido a Carolain: estamos todos ansiosos por saber qué demonios has estudiado. Y queremos saberlo ya. ¡¡ Coño !!

khkohp:
kilómetros haciendo kilombo, o hinchando pelotas.

ro said...

Ya dije, lo único que hubiera podido estudiar, lo que me gustaba. Con eso basta para fundamentar la moraleja (?)
Demasiado ya con haber dado mi auténtico nombre, se los dejo librado a su imaginación.

ro said...

Carolain, escribí algo, lo que sea, porfi!! es que me hice adicta a leer los comentarios de Cachito! :S

Carolain said...

Jajaja, bueno, voy a reflotar algo viejo para habilitar más comentarios creativos :P

Post a Comment