Monday, June 23, 2014

Sentimientos como una montaña rusa

Para mí existe una correlación entre los sentimientos dolorosos o incómodos y las montañas rusas.

En una montaña usa la diferencia entre pasarla como el orto y pasar muy bien, es dejarse llevar. Si te tensás y te resistís a la mera idea de caer primero y después ser zamarreado para todos lados a todas velocidad, la pasás bastante mal. Si relajás el cuerpo lo más posible y te dejás ir, la experiencia es completamente otra. El vértigo está, la mini-locura, y los grititos de anticipación y los gritos de exteriorización de la emoción fuerte salen igual, pero todo eso en lugar de sufrir se disfruta. Pasás exactamente por lo mismo, pero por cómo te lo tomás, es muy distinto.

En el caso de un corazón roto, una tristeza profunda, un enojo, obviamente lo que lográs al relajar y abrirle las compuertas para que fluya, no es disfrutarlo. Pero sí de nuevo cambia totalmente cómo experimentás el momento, o el trayecto si es un sentimiento que te acompaña un buen rato. Son todos sentimientos que inevitablemente se sufren, pero cuando uno se resiste a sentirse así es como que hay un extra de sufrimiento innecesario, que es distinto y es como más tóxico, y juraría que es de la misma clase que el sufrimiento al pedo de caer con la montaña rusa tratando de conjurar fuerzas mágicas que hagan que no estemos cayendo con la montaña rusa, resistiéndote al curso que tu cuerpo va a seguir de todos modos.

Pasa también con el dolor. Acupuntura no es buen ejemplo porque la mayoría de las agujas no duelen, pero digitopuntura sí: si confiás en que la persona que te está clavando los dedos y te hace doler sabe lo que hace y no va a romper nada, el dolor no es que se va, pero sí es mucho menos, es otro, y es totalmente tolerable. Lo mismo cuando te tirás alcohol o algo que arde en una herida. Si te relajás, sabés que viene, y no estás poniendo tu atención en lo terrible que es el ardor, resulta que realmente no es tan terrible.

Para mí que lo que hace peores todos los sufrimiento, los chiquitos y los grandes, es el miedo. El dolor que sentís es el reconocimiento de tu cuerpo o tu mente del dolor que estás pasando, pero no es el preludio de algo peor que está por venir a destruirte. Ya está, es eso nada más, lo que sentís es lo que es y no tenés que sufrir de más, ya te está pasando, ya lo estás sintiendo y seguís vivo, no te mató y no te va a matar. Sos mucho más difícil de anular de lo que creés.


Esta opinión está alineada con, y se origina en, este post.

2 comments:

Cachito said...

Bien ahí, Carolain. De acuerdo en todo.
Cuando llega, dejar que la tristeza te atraviese y pase. Ponerle barreras es invitarla a quedarse.

hpjfjoq:
hay pibes jeropas fingiendo julepes o quimeras

Carolain said...

:)

ythsiddp
Yo tenía horas sin invertir, después dejé pasar.

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