Monday, March 15, 2010

Volví de vacaciones, y diserto sobre los médicos y el test de HIV

Volví de vacaciones, y me encontré con mi quilombo de siempre, mi jarra favorita rota, y los resultados de unos análisis que mis santos padres pasaron a buscar por mí mientras yo estaba pelotudeando en la costa. Parece que estoy 0km, falta que los vea la médica, alguien que entienda algo, pero ahora que te ponen los valores de referencia para que no te vuelvas loco mientras llega el turno, podés aunque sea fijarte si algo está demasiado para el carajo. Yo tengo la sensación de que no como tan bien como debería, pero mis niveles de colesterol me contradicen. O mi metabolismo es increíblemente bueno conmigo. Un saludo a un amigo que me dijo a mis 18 "yo tenía una amiga igual a vos, y a los <inserte-cantidad-de-años-que-ya-pasé> le cambió el metabolismo; comía media galletita y engordaba". También me dijo "cuando te pelees con Fulano, que no se corte" (porque lo había conocido como amigo de mi novio de ese entonces); reforzó mi sensación de que esa relación estaba en las diez de última, pero igual se cortó.

Eh, me fui de tema. Lo de los análisis. La ecografía dice que mi hígado está un poco agrandado, así que calculo que habría que bajarle los humos. Todo lo demás está bien. En la parte química del análisis de sangre, parece que todo está bien. En la misma papeleta que dice que mi colesterol total es de 140, dice "HIV no reactivo". Y quería tomarme un segundo para hacer un comentario respecto de la actitud de los médicos en cuanto a los análisis de HIV.

A los médicos trato por lo general de caer por recomendación, y muchas recomendaciones vienen de mi madre, que recibe recomendaciones de sus amigas, y por ende termino por lo general en consultorios de Barrio Norte, atendida por médicas de unos cincuenta años que llevan muchos anillos de oro encima y te dicen "amorosa". Esto lo comento porque quizás afecte la muestra de profesionales con la cual estoy evaluando la situación, aunque también tengo de ejemplo médicos hombres más jóvenes.

Más o menos desde que empecé a tomar pastillas anticonceptivas, tener parejas estables, y más desde que aprendí lo que se siente descubrir que un profiláctico se ha roto, o dudar de que tu pareja te sea fiel, aprovecho cada análisis de sangre, de rutina o no, para pedirle al médico que me agregue en la orden un análisis por HIV. Tampoco voy muy seguido al médico, no es que ande compulsivamente testeándome cada dos por tres. Trato de hacerlo cuando una relación se pone seria y se dejan los métodos de barrera, por las dudas, por respeto, por cuidar. Tanta campaña por el HIV en todos estos años me dejó la sensación de que hacerse el análisis no cuesta nada y es una buena idea. Siendo una enfermedad jodida e incurable, ¿cómo no te vas a hacer el análisis?

Dejando de lado las reacciones que encontré entre los pacientes, mis amigos y conocidos, entre los cuales más de los que yo esperaba se mostraron temerosos de hacerse el test, me llamó mucho más la atención la reacción de los médicos. Entiendo que las clínicas y centros de diagnóstico te hagan firmar un papel diciendo que entendés que a veces los tests dan falsos positivos, y que no se hacen responsables si te suicidás adentro de la clínica con el resultado del análisis en la mano. No entiendo demasiado la obligación que dijo tener uno de los médicos cuando le pedí el análisis, de hacerme una serie de preguntas como "¿estás en pareja o llevás una vida promiscua?" o "¿usás drogas intravenosas? ¿y otras?", mientras yo pensaba si no puede ser que mi motivación para averiguar si tengo una enfermedad incurable y contagiable sea un cierto sentido de responsabilidad en lugar de miedo. Si es miedo, sería a contagiar. Porque si lo tenés, ya está, lo tenés. Lo importante es no andar pasándolo. Digo. Y el médico que te hace un cuestionario para tratar de averiguar por qué te querés hacer el análisis, en lugar de ofrecerte información sobre la enfermedad y las posibles formas de contagio.. ¿qué hace de bueno? Después están otros médicos a los que les pedí que me agregaran el análisis en la orden, que no me hicieron cuestionario pero me miraron como si les hubiera dicho que lo mío es la necrofilia, y demoraron en agregar una línea a la lista. No me parece la reacción más piola que puede tener un profesional de la salud; sos médico, no te digo que te pongas contento pero como mínimo dejá tus prejuicios aparte y no te muestres perturbado. En contraste, mención honorífica a la ginecóloga que no sólo no se horrorizó, si no que me dijo "ya que estamos, te agrego hepatitis y un par más". Eso fue información más servicio, dos por el precio de uno.


Bueno, me terminé yendo mucho por una rama muy específica. Cuestión que volví de vacaciones. Hoy volví al trabajo y el musicalizador de oficina puso Synchronicity II en sus parlantitos con los que aparentemente molesta a muchos y nos simpatiza a algunos (¡yo creí que todos opinábamos que musicaliza bien!). No traigo mi música conmigo porque me robaron el reproductor, así que la satisfacción vale doble :)

5 comments:

Nini. said...

vuelvo a decir... que grosa Sandra!!! ;)

Cachito said...

No entendés nada, Carolain, el doc dedujo que llevás una vida promisuca por los niveles de colesterol.

enerreni:
en Entre Ríos rezan niños imbéciles

rez said...

probablemente te lo pregunten con fines estadisticos. maybe.

Pablo Borowicz said...

me miraron como si les hubiera dicho que lo mío es la necrofilia

Me cagué de la risa leyendo eso

Anonymous said...

muchos temas!

bschfrum

(agua)

bschfrum

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