Tuesday, August 05, 2014

Hoy tuve noticias por internet de dos amigas de la secundaria. Una, que fue mi mejor amiga en 1ro y 2do año y después nos perdimos, que me conestó un mail. La otra, una que fue parte del grupo los 5 años, que posteó foto de ecografía de embarazo. Con esas dos cosas me pasó algo bueno.


Vamos primero con la que tiene un costado negativo, que es la noticia de la embarazada. Por lo general me alegro cuando a la gente le pasan cosas buenas y está contenta. Con esta noticia no me pasó nada de nada. De nada. Cero. Me hubiera dado lo mismo que me me dijeran que la vecina de abajo se compró zapatillas. Y cuando me puse a pensar un segundo en qué raro que no me produjera ningún tipo de sensación, noté que no tengo buenos recuerdos de esta chica. No era particularmente forra, solamente un tanto egoísta, un poquito insoportable a veces, un poco boluda de formato "intensa", qué sé yo, nadie destacablemente nocivo. Y a mí que en general, si bien critico, guardo las buenas sensaciones respecto de la gente que no me ofendió particularmente, esta flaca me provocó indiferencia como primera reacción, y ante el intento de registrar algo sobre ella fue más bien malo. Estoy sorprendida. También estoy un poco contenta. Tenía miedo de haberme convertido en una de esas personas que no saben despreciar, que no saben tomar distancia, rechazar, decir que no. Me quedo más tranquila.

La segunda revelación es buena. Recuperé en un intercambio de emails una bocanada de la frescura de tener una gran amiga con la que no tenés reservas, así eso quiera decir ser ridícula o quedar como una boluda. Y la respuesta es igual de franca y "arriesgada". De hecho, lo mismo me pasó con una amiga de la escuela primaria que hace relativamente poco recuperamos para el grupo. Gente de cuando yo era más libre que ahora. Me acuerdo de tener infinitas charlas con ella, las dos cancerianas hipersensibles un poco dándonos manija, un poco haciendo catarsis, y bancándonos en que éramos así de desbordadas emocionales y no era un problema, ni una vergüenza, ni nada.. simplemente era algo para compartir con alguien que te entendiera. Ella sigue siendo así, yo en algún momento del camino me perdí y me convertí en un robotito horrible.

Ah, bueno. Le puse el punto final a esa frase y me largué a llorar como no lloraba desde que se murió mi abuela. Si eso no es dar en el clavo, no sé qué lo es. No sé cuándo empecé a cambiar. No sé por qué cambié. Nunca fui de dejar traspasar las cataratas y cataratas de cosas que sentía en tsunamis que aplastaran gente, siempre fui muy medida (y tímida). Por eso no entiendo para qué o por qué cambié, si no me servía para nada, no era que necesitara atajarme un poco para dejar de mandarme cagadas y joder al mundo. Creo que me junté con gente muy miedosa que me cagó mucho a palos y me la banqué como un perro. Listo, eso me hizo llorar de nuevo. Nunca más.

3 comments:

Tam said...

Que loco, no conocía esa faceta tuya tan sensible.
Yo también la tengo, pero la escondo, porque en general no sirve para las relaciones laborales ni con algunas amistades del momento.
Me alegra que empieces a recuperar a tu verdadero ser.
Me das ganas de escribir un post también al respecto de las emociones que tuve esta semana, lo intentaré...

Cachito said...

Carolain,
yo también soy cáncer, tontis.
Requeterecontra cáncer.
Recuperemonos para bien del blog, para bien de nosotros, para bien de todos. Y de todas, claro.

rrobg:
realmente raro orinar bajo gomeros....

Carolain said...

Tam: me gustaría poder leer algo de eso :)

Cachito: me gustaron las letritas

olrfxgg
Otros le refriegan figurines xeneizes, grandes giladas

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