Tuesday, June 17, 2014

Entre cada 30 y 120 minutos, en un día normal cualquiera, se me planta en la cabeza delante de todo otro pensamiento algo que hice que fue una burrada horrible, o me dio mucha vergüenza, o tuvo consecuencias dolorosas. A veces son cosas que hizo otra gente, que me lastimaron. No hace falta que esté ponderando sobre mi vida, ni bajoneada, ni haciendo nada en particular, haga lo que haga simplemente pasa. Como si cada vez que salís a caminar, a cada rato pisaras un clavo que te hace doler y te deja un rato rengo. O como vivir en un campo minado, ponele.

La próxima vez que alguien me quiera venir a decir de las buenas condiciones que tengo para que me vaya mucho mejor en la vida, quiero que piense en esta.


No sé che, a mí no me motiva para nada el discurso de "mirá todo lo que tenés, debería irte mejor". Y claro, nadie tampoco tiene en cuenta lo que no ve.

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