Wednesday, October 30, 2013

La paradoja

Si yo creo que soy el límite inferior de lo aceptable como una persona medianamente inteligente, me creo bastante tonto. Tengo la autoestima por el piso.

Si soy el límite inferior de lo aceptable como una persona inteligente, entonces hay que ser tonto para ser más tonto que yo.

Si creo que cualquiera que sea más tonto que yo es ya muy tonto, podemos refrasearlo en que cualquiera que no sea tan inteligente como yo, es muy tonto.

Y voilá, la paradoja del engreído con la autoestima por el piso.

4 comments:

Cachito said...

Me parece que sos inteligente, pero - como le sucede a tantos - cuando te enamorás te volvés tonta. El Profesor Neurus.iría todavía más lejos y te catalogaría como Tonta Rrrrretonta.
Desenamorate ya.

Carolain said...

¡Cachito! Qué gusto leerte.
No estoy enamorada, tengo el corazón roto. O quizás es todo junto, claro. Hay que estar enamorado para tener el corazón roto. Si no lo que se tiene es apenas una falta de acostumbramiento.

Carolain said...

njhweaz
No jodas, Hernán, weón; están así, zumbando.

Cachito said...

Carolain,
hace mucho quedamos que en el juego de las letritas usar nombres propios es un facilismo inaceptable. Me resisto a creer que tu estado de ( ¿des? ) enamoramiento te lleve a semejantes extremos. Recapacitá.....

mtpbif:
Martín Tomás Pérez Bancalari infla fenotipos

Post a Comment