Sunday, April 07, 2013

La mona vestida de seda, mona se queda

Siempre me pareció que arreglarse mucho (yendo más allá de la prolijidad y la higiene) es, además de una mala inversión del tiempo, una forma de mentir. Cuesta bastante tiempo, y plata. No me parece algo sano para todos los días. Más o menos la mitad de la población nunca lo hace (y de muchos no se espera).

Encuentro un poco de vagamente relacionada coherencia en que no soy de abusar de los condimentos, y me gusta saborear las cosas al natural.

Si acostumbrás al mundo a verte siempre muy producida, cuando te relajás te ven destruída y enferma.

¿Qué efecto puede tener en la persona que duerme con vos, que te ve a cara lavada y en pijama a la mañana?

Qué efecto puede tener en tu psiquis, que lo que sos en la base no te alcance para la mayoría de los días.

Y siempre me pareció que lo despojado resalta la belleza, más que el adorno.

"Y, le falta, aunque se arregle tanto".

"Es linda, aunque nunca se pinte".

Qué sé yo. Igual lamento no haber aprendido para nada algunas artes menores como "combinar la ropa" o "elegir una buena camisa". Podría aprender un poco de eso, que la verdad es un poco base para muchas situaciones a medida que uno crece y tiene que cruzarse obligadamente con ciertos juicios superficiales que no son hijos de la frivolidad si no de que no dejamos de valernos de primeras impresiones aunque sea involuntariamente, aun cuando en algunos casos no le convenga a nadie.

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