La paja de tener que pararme a buscar una jarra de agua, lavar la cafetera que algún hijo de buda dejó toda embarrada con café viejo por poner más de lo que el filtro aguanta, y hacer más café, se contrarresta con el placer de tomar una taza de no-petróleo por primera vez desde que dejé los saquitos La Virginia y me sumé al grupo de gente que usa la cafetera de la oficina.
Fija que en 5' escucho a alguien decir que el café está flojo.
Friday, March 27, 2009
(...) no hay mal que por buen café no venga
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2 comments:
Y? Estaba flojo o no?
Nah, yo hago buen café.
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