Monday, September 11, 2006

Fiestas en casas

Me había olvidado de lo cómodas que eran.

Me estaba acordando hace unos días de las fiestas a las que iba cuando tenía unos 14 años (hace *glup* una década), con compañeritos de colegio, cuando éramos lo suficientemente "grandes" como para querer emborracharnos pero a la vez lo suficientemente pendejos como para tener que hacerlo casi siempre en privado. Había un flaco cuyos padres estaban separados, y me acuerdo de varias fiestas en casa del padre y en casa de la madre.. y por ahí es una síntesis de mi memoria, pero seguro que alguna vez alternamos, fiesta un sábado en lo del padre, el otro sábado en lo de la madre, y me quedó la sensación de que todas las fiestas eran en lo de Julián, finde por medio en cada una de sus dos casas.

Tengo la sensación de que las fiestas afuera son más populares, y suporongo que para eso hay varios motivos, :
- hay más gente, o sea que hay más chances de enganchar algo (y además a la mayoría de la gente no la conocés, cosa que le pone emoción y además sirve si toda la gente que conocés ya te dijo que no)
- hay gente ahí que gana plata con ponerte un vaso en la mano, así que nunca se termina la bebida
- uno se va y el quilombo queda en manos de un fulano al que le pagaste una entrada que te dio derecho a tirar el boleto del bondi al piso
- la diferencia de cantidad entre hombres y mujeres tiene que ser enorme para que realmente se note
Y supongo que una buena lista de etcéteras, pero son las 4 de la mañana, y bueno, eso.

Pero.. las fiestas en casas tienen sus cosas geniales también. En las fiestas que recuerdo del secundario éramos siempre los mismos boludos con la misma música, casi siempre la misma marca de cerveza y los mismos tragos básicos, el mismo pedo y la misma calentura, y aún así no nos faltaba nada. Y no sólo eso, sino que las fiestas en casas tienen ventajas competitivas que las convierten en mis favoritas.

Primero que nada, si la música no te gusta podés ir a cagar a trompadas al hijo de puta que eligió los temas y hacer presión para que se ponga otra cosa. Y eso es impagable. Segundo, tenés acceso a la cocina, lo cual quiere decir que nadie te va a cobrar 3 pesos por una botella de agua, u obligarte a tomar agua de la canilla de un baño del que ya te da asco tocar la puerta para abrirla porque para la gente que provee la barra eso de "tomar demasiado alcohol" es algo que sólo ocurre en leyendas. Y si los dueños de casa son gente de dinero, o simplemente desprevenida, seguro que en las alacenas y la heladera hay un mundo de comestibles que te invita al saqueo. Si no hay nada y pintó el bajón, podés salir al kiosco y volver sin que te cobren entrada. [¿Vieron que en los boliches no hay comida? ¿No les parece increíblemente estúpido?]

En las fiestas en casas, la relación gente/lugares para sentarse siempre es buena. Y si no, siempre da para sentarse en el piso (mientras que en discotecas o galpones donde la gente mea en los rincones, no siempre). Si enganchaste algo y no sos de los últimos, por lo gral te ahorrás el gasto del telo (ojo, sólo si el dueño de casa es amigo/amigable.. o lo suficientemente desconocido y grande la fiesta).

Por último, la que es, para mí, una de las características más copadas de las fiestas en casas.. tiene que ver con el tema de la vuelta. Cuando te vas a una fiesta en un lugar alquilado, o vas a bailar a algún boliche, la ida no es problema. La noche es joven, estás lleno de energía y/o expectativas, todavía caminás derecho y quizás estés con amigos, yendo todos juntos y en tutú (o taxi, que de a varios es más barato). Pero a la hora de la vuelta.. son las 6 de la mañana, si es invierno hace un frío de la puta madre, estuviste tomando y no te acordás dónde vivís ni entendés dónde estás, no tenés plata para un taxi porque te la gastaste toda en tragos, estás bajoneado porque no levantaste nada, y más que nada estás can-sa-do. Toda la paja volverte. Si fueras huérfano y no tuvieras a nadie que te diera lástima avergonzar te tirarías a dormir en la puerta del boliche con tus zapatillas de almohada, y basta. En las fiestas en casas, en cambio, podés dormir. Te desmayás en un sillón, palmás dos horitas, y te levantás de mañana.. cuando ya abrieron las panaderías.. cuando los bondis ya pasan más seguido.. cuando la temperatura ya subió aunque sea un par de grados.. cuando tu hígado ya filtró bastante de todas las porquerías que ingeriste, y ya un poquito más descansado te podés ir a tu casa mucho más feliz que unas horas antes (y más seguro, porque ya no tenés pinta de que estarías indefenso y resignado si un grupo de escolares solicitara disponer de todo tu dinero y tu orificios más privados). Si tenés suerte, hasta podés ligar una cama para dormir. Y si tenés mucha más suerte, te puede tocar compartirla con alguien del género que más te guste. Si dormís solo, no importa, quizás tengas la suerte de encontrar el consuelo de un despertar comunitario, super amigable y con desayuno incluído, que no es una mala manera de empezar la jornada (un día que empieza con facturas no puede ser malo). Si tenías algo que hacer temprano al día siguiente, joya, te ahorrás pensar qué ponerte y esa semana lavás menos ropa, porque seguís de largo con lo puesto.

Por todo esto es que quiero exhortar al mundo entero a hacer más fiestas en casas. Potenciales anfitriones, anímense: pueden dejar todas las cosas frágiles o de valor bajo llave en un armario y reclutar un par de amigos fieles para que ayuden a limpiar al día siguiente; los gastos de alcohol y demás se reparten. Invitados, sean respetuosos, agradecidos con los dueños de casa y conscientes de que no conviene darle mala fama a este formato tan grandioso, ideal para la recreación nocturna (resumiendo: no afanen, ni rompan, ni manchen demasiado que no da).

8 comments:

Maurus said...

Como extraño mis fiestiiiiitassssss!!!! Eran re grosas!!!

No tan wonder woman said...

Cada borrachera q una se agarraba en esas fiestas. Por suerte, siempre encontraba cuarto temprano, je.

Anonymous said...

Justo estaba pensando en hacer una fiesta en casa... antes de tener q mudarme.. me hiciste reir mucho con ese post jajajjaja

Osval

Daniel said...

Yo hago fiestas de ese estilo, pero los cuartos están sellados, nada de garchoneo indecente (dejenme estrenar la cama a mí, maldetos)

mirá mirá hay fotos acá:
http://www.proyectohuemul.com.ar/carpetas/cumples/2006/index.asp

(esa es mi casa)

syhyvh

Si, yo, hernán, y victor heredia

Shayiko Katamari said...

Buenisimo lo de las fiestas en casa!!!! gran post Caro!!!. Las recuerdo y de todo tipo, las de pendejos de primaria, las del secundario, las de casa de Chispita (las mejores, porque eramos pendejos y era un lugar seguro para caer todos borrachos), las de Toribio (Only men generalmente estas) que mas que fiestas eran reunioncita de amigos, a pura birra, y Virtua Racing en la Sega. Pero si, eran buenas!!!!., y defintiivamente no me vendria mal una.

Eze said...

Amén! :-D

Carolain said...

Yo la vez que puse la casa para hacer fiesta la saqué barata.. se ve que mis amigos y compañeros me respetaban lo suficiente.. pero ahora a esta edad, siendo la casa de mis señores padres, no me da la cara. Cuando tenga morada propia los invito.

jdesmux
Jubilosos, despiertos estaban soñando, materializando utópicos xanadús
(es una fucking x che, pido gancho para castellanizar)

Pitoti2 said...

Los famosos malones de mis épocas de adolescentes. Por suerte mis viejos me dejaban hacerlas en casa, pero también a cama cerrada. Lo bueno que en el patio hasta luces "audiorrítmicas" poníamos y el DJ estaba una ventana en el piso superior, todo un boliche home made.

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