Insomniac in BA

Es como digo yo, a la gente la sacás del template y se freakoutea.

El otro día fui al cumpleaños número 10 de uno de mis primitos y casi cometo la gaffe de decirle "qué grande que estás". Me atajé cuando me acordé de cómo me desagradaba tener esa edad y que lo único para lo cual los adultos me dirigían la palabra fuera para decirme mesejante pelotudez.

Me puse a pensar en aquellas épocas, y en esa cuestión de la comunicación chicos-adultos.. Cuando estás en edad escolar, mantener una charla con tus abuelos/tíos/amigos-de-la-familia es bastante fácil.

- ¿Cómo te va en el colegio?
- Bien
- ¿Y tenés novio/a?
*ponerse colorado*
*risas de los mayores*

..y ese tipo de cosas. Lo más desesperante para el infante que gusta de la conversación, es que en muchas familias la charla sobre uno ni siquiera es con uno. Tu tía le pregunta a tu vieja, "¿Y los chicos cómo andan? ¿Y a Pedrito cómo le va en el colegio?", con vos parado ahí adelante. O peor aún: tu abuela te pregunta a vos, pero contestan tus viejos (¿?).

Cuando sos muy peque para ir a clase, para los adultos tampoco es problema relacionarse con vos. Sos adorable y a nadie le importa lo que estés diciendo; le podés gritar "vieja puta" a tu madrina que lo más probable es que se rían mientras te dicen que eso no se hace (sobre todo las últimas generaciones de padres ultrapermisivos, que ya se van a arrepentir cuando sus hijos lleguen a la adolescencia y los tengan cagando).

El tema es cuando crecés, cuando ya trabajás y no estudiás más, o estudiás cosas demasiado específicas y complicadas como para que te pregunten, o simplemente ya diste a entender que estás hasta las pelotas de que te pregunten cómo te va con los estudios, que tu vida tiene otras dimensiones, ya leés el diario hace una década y te gustaría hablar de cosas un poco más entretenidas. Ahí es cuando se les complica, y cuando hablar con tus parientes de las generaciones inmediatas superiores implica meterse en un campo minado de silencios incómodos y tristes visitas a lugares comunes como "qué loco está el clima". No tienen la más puta idea de qué decirte, y no la caretean.

Mi familia safa bastante, dentro de todo; se nota que nos quieren, y nunca cambiaron de tema cuando los sub-20 en su momento nos metíamos en las conversaciones "de gente grande". Pero no puedo decir que no se los ve descolocados. Menos mal que todavía estudio. Yo creo que en este momento transitamos una especie de limbo conversacional, del cual no vamos a salir hasta que me case/junte y tenga hijos. Entonces va a ser cuando tías y abuelos suspiren aliviados y se acerquen a mí con confianza, con el libreto en la mano, prestos a preguntarme cómo anda mi marido, cómo les va en el cole a los chicos, y cómo me arreglo con la casa. Oh por dios. Largo todo, me hago budista y me voy a vivir al Tibet. [Los chicos, vaya y pase, pero si me preguntan por casa y marido, los escupo. La casa es asunto de todos y por el marido le preguntan a él, caraho]