Insomniac in BA

..así que si ya superaron su cuota diaria de indignación para con la burocracia, quizás les convenga leerlo mañana. Nah, fuera de joda, léanlo, no dejen de leerlo; este tipo de cosas no deberían pasarle nunca más a nadie, y difundir este caso es una manera de prevenir o saber atacar los próximos.

Les dejo un link al blog de Javier, donde cuenta lo que le pasó, con lujo de detalles (muchos de los cuales, la verdad, son escandalosos).

En síntesis ~ Un flaco de 24 años, docente en Provincia de Buenos Aires, descubrió por casualidad el año pasado que padece el Síndrome de Brugada, a raíz de lo cual no se le permitió continuar su trabajo como docente hasta que se evaluara si podía dar clase. La cuestión es que a pesar de que se supo desde el principio que su condición no lo inhabilita para enseñar (ni tampoco requiere que deje de trabajar para cuidarse, ni nada por el estilo), al pobre tipo lo tuvieron dando vueltas 10 meses sin dejarlo retomar su trabajo, entre excusas que iban y excusas que venían. Meses en los que no cobró su sueldo, y tuvo que viajar a La Plata varias veces para hacer montones de trámites, mientras lo trataban mal y nadie hacía lo que correspondía. Imagínense.

Es posible que hoy se haya terminado de una buena vez este cuento de la buena pipa burocrático que le hicieron sufrir a Javier, pero vale aclarar que le hizo falta llamar a los medios para que fueran cámara en mano a preguntarle al director de Reconocimientos Médicos de Gobernación qué los demoraba tanto. Hoy voy a hacer de cuenta que tengo un poquito más de fe en la gente que de costumbre, y espero que sea la última vez que alguien tiene que padecer un maltrato y una injusticia semejantes.