Wednesday, February 22, 2006

Pato criollo

Una de las maneras en las que más me complico la vida a mi misma es hablando sin pensar. Me concentro mucho en los razonamientos en lo que digo y lo que escucho, pero me olvido de con quién estoy hablando, y hago cosas como éstas:

La primera vez que me senté a cenar con mis suegros, no sé cómo terminamos hablando de las nenitas yankis de alrededor de doce años que, entre tanta campaña pro-abstinencia hasta el matrimonio, terminaban en el cine haciéndole una fellatio al "caballerito" que las había invitado (salían notas en todos los diarios, tampoco es que sacamos semejante tema de la galera). De ahí nos pusimos a hablar de la política en cuanto al sexo adolescente que tienen allá, y yo terminé diciendo que por tener la mente tan cerrada terminan con tantas adolescentes embarazadas y casadas, qué cagada que en la era de la información los pibes se arruinen la juventud así, y además cuán listos pueden estar pibes de esa edad para criar chicos.

Mi suegra antes de los 20 estaba casada con dos hijos.
A mí no me cae la ficha hasta un buen rato después.

Me gustaría pensar que todos en la mesa notaron que dije "en la era de la información" (lo cual no se aplica a la época en que ella tuvo su primer hijo), y que estaba hablando en general, no de su caso particular. A ella le salió bien, por suerte. Mi opinión de que en general es malo que muchos chicos se encuentren en esa situación no es una crítica a su vida. Quisiera creer que ni siquiera notaron la metida de pata, o que al menos asumieron que no hubo mala intención, que soy medio tarada, nomás. Pero, ¿qué chances hay?

Si es que me odian, son buenos actores; por lo menos todavía parece que me quieren. Either way, gracias.

Si tuviera buena memoria, tendría muchas anécdotas de este estilo con amigos y parientes. Cada tanto pasa que alguien me mira raro cuando hablo y yo no entiendo porqué hasta el día siguiente. Por eso voto por una humanidad que asuma que las metidas de pata de ese estilo son eso, metidas de pata, y no mala intención.

¿Así se sentirá mi abuela? Lo único que me falta es, años más tarde, darme cuenta de que simplemente soy una conchuda encubierta hasta de sí misma.

1 comments:

Maurus said...

Me gustó mucho tu blog. Y las notas.
Saludos!!

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