Insomniac in BA

Puesta a pensar por este post en este blog, escribo qué opino de los celos.
Primero que nada, no creo que los celos pasen por la posesión, por lo menos cuando se habla de una relación normal (gente que se quiere dendeveras, bah). Como lo veo yo, los celos son una cuestión de amor propio.

Está bueno empezar una pareja; en los primeros tiempos es como un parque de diversiones con entrada libre y gratuita para dos tarados. Cuando uno se enamora de alguien que le corresponde, trivialidades como que suene el teléfono se vuelven cosas emocionantes, y uno se siente fantástico en general. No tiene ojos para nadie más. Pero lo más importante es que una de las cosas más halagadoras que hay, es darse cuenta de que el otro también se siente fantástico, tampoco tiene ojos para nadie más, y es todo culpa de uno.

Nadie quiere que pase, pero tarde o temprano la luna de miel se termina. No está mal que se termine, tampoco está mal extrañarla un poco. Y nadie, nadie, quiere admitir realmente que se terminó. Se puede hacer el chiste, se puede esgrimir en una pelea, pero nadie le quiere escribir el certificado de defunción. Una manera de ponerle la lápida encima (y por lo tanto, algo a evitar), sería admitir que volvieron a prender el radar. Ahora que te vio más de cerca, no sos tanto como para que te siga mirando siempre a vos. Y si pretendés volver a subirte a la montaña rusa, te vas a tener que subir solo, porque tu media naranja está ojeando las tacitas giratorias.

Si se van a empezar a revolcar con otra gente, eso ya es casi como decir que están en las antípodas de lo que les pasaba al principio. Y si a mucha gente le cuesta mantener una relación cuando ese primer impulso se debilita.. imagínense a cuánta gente le puede hacer gracia que la cosa no sólo desacelere si no que encima dispare para cualquier lado.

Si tu pareja te mete los cuernos, te quiere menos. No importa si le eras fiel o no. Si lo eras, no te merecés los cuernos; si no lo eras pero era secreto, as far as they know tampoco te los merecés; si no lo eras y era sabido, confiabas en que a pesar de eso seguías siendo #1. Pero supongamos que fue y te cuerneó; quiere decir que ya no le hacés sentir que tiene mariposas en el estómago, ya no sos tan genial, tenés menos chapa de la que creías. Y te duele, y te hace sentir menos, y te lleva tiempo recuperarte.

Lo que a uno le duele cuando le meten los cuernos no es el corazón, es el orgullo. Si a raíz de eso hay una ruptura, te puede doler alejarte de una persona valiosa, perder un proyecto de vida, etc, pero lo primero es el orgullo. Y los celos son miedo a que te desprecien. ¿O me van a decir que cuando se ponen celosos por una persona en particular no se comparan? A ver quién es mejor, ¡obvio! A ver si se puede decir "Queda claro que si mi pareja se va tentada por aquello no es culpa mía, ¡será que tiene mal gusto o es medio mongui!".

Y si me van a decir que para los hombres los celos sí son una cuestión de posesión, ahórrenselo. Eso no es más que una sustitución. Una mujer puede ponerse a llorar de frustración porque no te puede romper la cabeza. Un tipo te puede romper la cabeza porque le robaste a su mujer, porque no se puede poner a llorar porque ella se quiso ir con otro.