Tuesday, April 16, 2013

Sudden realization:

no es tan difícil distinguir cuando una persona te comparte algo sensible que deberías tratar con respeto, de cuando podés sacar tu insolencia, impaciencia y cancherismo boludo a relucir y contestarle con sorna que "es una mierda", y que te conteste con una pelea medio en chiste y no pase nada. No estoy hablando de distinguir "momentos serios" de otros, algo un poco más fino que eso, y aun así bien visible.

Pero estamos tan brutos, o tan imbéciles, o tan ombliguistas, o tan algo feo caca malo, que no usamos las partes del cerebro que sirven para ubicarse respecto de las expectativas del otro. A lo sumo encasillamos: Fulanito es de ofenderse, nunca nada impolite para él; Menganita es cáustica, no hay necesidad de tratarla nunca con cariño. Y listo, las interacciones son una mierda descoordinada.

Peor aún, somos polite con los desconocidos porque no da hacer otra cosa, porque no hay "confianza", y en el nombre de la confianza le tiramos un balde de agua fría a alguien que no se lo esperaba y quería otra cosa de nosotros. Y no nos costaba nada dársela. Un poquito de atención, nomás. Para que la gente que queremos no se joda.

0 comments:

Post a Comment